Pese a que muchas veces las llamadas son anónimas, la gente siente temor a hablar, pero desde la dirección se intenta trabajar con cautela, preservando a la otra persona y la identidad por sobre todas las cosas con la intención de solucionar el problema.
“Quienes llaman a esta línea son docentes, vecinos, abuelas, abuelos, tíos y por sobre todas las cosas plantean, además de la violencia psíquica y física, abuso, maltrato”, comentó la funcionaria la vez que especificó que .la línea trabaja en red con otras instituciones como la justicia.