La encuesta (1) revela también que cada vez más gente se pronuncia a favor de la eliminación de las centrales nucleares como fuente de energía ya que un 67 por ciento (5 puntos más que 2005) se manifestó en este sentido en una encuesta similar realizada en abril de 2006.
Por otra parte, 8 de cada 10 entrevistados cree que la “energía nuclear es una fuente contaminante” de energía y un 66 por ciento considera que los costos de generación de energía nuclear también son elevados.
Asimismo, un 67 por ciento se inclina para que el gobierno dirija los fondos previstos para la terminación de la planta nuclear de Atucha II a un programa de impulso a la energía eólica.
Sobre la base de estos resultados, Greenpeace realizará esta tarde una protesta frente al Ministerio conducido por el ministro Julio De Vido, en la que exigirá que no se continúen malgastando fondos públicos para concluir la construcción de la central nuclear de Atucha II.
“Insistir en finalizar la construcción de Atucha II significa incrementar riesgos, generar más basura nuclear y malgastar recursos económicos ya que es una fuente de energía peligrosa, sucia y costosa. La gente lo sabe y así lo demuestran los resultados de la encuesta”, declaró Juan Casavelos, coordinador de la Campaña de Energía de Greenpeace y subrayó que es “la peor opción para hacer frente a la crisis energética de nuestro país”.
“Durante los últimos tres años encargamos encuestas para conocer el grado de conocimiento y rechazo a la energía nuclear en nuestra país, ante la pregunta ‘en qué sector debería invertir el Gobierno Nacional para la generación de energía, los resultados son contundentes desde el 2004 el 3% de las personas consideran que se debería invertir en nuclear y el 67% en eólica y otras renovables”, explicó Casavelos.
Los fondos invertidos en la construcción del segundo reactor excedieron los 3.000 millones de dólares y la autoridades calculan que las obras para concluir la construcción insumirán una inversión del Estado de unos 700 millones de dólares más, para poner en marcha la central en una año incierto entre 2010 ó 2011.
“Es una historia sin fin, el año pasado durante los festejos del Día Nacional de a Energía Atómica, el secretario de Energia, Daniel Camerón, dijo con total desparpajo que para terminar Atucha II eran necesarios 480 millones de dólares, que se restarían de aportes a las áreas de Salud, Educación, Seguridad y Justicia. Los mismos funcionarios declaran ahora que se necesitan 700 millones en contra del deseo de la sociedad que exige que no se invierta en una fuente de energía costosa, peligrosa y contaminante” insistió Casavelos.
Un informe publicado por Greenpeace muestra que cada peso gastado en Atucha II hubiera representado el doble en generación eléctrica si se lo hubiera invertido en energía eólica. Ese dinero alcanzaría para financiar un plan de despegue de la industria eólica local que tendría un enorme futuro, generaría inversiones y 100 puestos de trabajo por cada puesto que genera la energía nuclear.(2)
Los informes de la organización revelan que si se contabilizan todos los costos involucrados en la central nuclear, la cifra ronda los 6.000 dólares el kilovatio instalado, mientras que el Kw instalado correspondiente a equipos eólicos y pequeñas centrales hidroeléctricas alrededor de 1.200 dólares.(3)
Greenpeace propone que los millones de dólares que se pretenden gastar para terminar Atucha II sean dirigidos a impulsar un plan para desarrollar la industria eólica local. El programa de la organización ecologista fue propuesto junto con la Cámara Argentina de Generadores Eólicos (CADGE). Según ambas organizaciones la energía eólica puede dar una rápida respuesta para enfrentar la crisis energética.