Inspectores municipales procedieron al decomiso de anteojos no autorizados por profesionales de la salud que se comercializaban libremente en la “Peatonal Rivadavia” y negocios no autorizados.
Una práctica muy común de los últimos años es la venta de productos en la vía pública, y los anteojos de sol y aquellos que tienen aumento no son la excepción. La gente debe comprender que el uso de lentes no recetados por una óptica, daña la vista y hay que prestar atención a la calidad del producto, manifestó el Secretario de Protección Ciudadana, Dr. Guillermo Matterson.
Los lentes de sol deben contar con un filtro ultravioleta, del cual carecen los lentes que se venden en la calle y los de aumento son muy delicados porque deben ser recetados luego de un análisis médico, enfatizó.
Cabe destacar que los especialistas aclaran que los anteojos oscuros comprados en la calle, suelen tener un tinte para que el color sea similar a la protección contra los rayos ultravioletas y que generan distorsión en la visión, apuntó.
Sabemos que la gente adquiere estos productos fuera de la óptica por una necesidad económica, pero debemos advertir que los efectos adversos que causa el uso de anteojos no autorizados por los profesionales responsables dañan la salud.
Las principales consecuencias que genera el uso de lentes no recetados a corto plazo es la distorsión, pero a largo plazo las consecuencias son más profundas. Las dolencias más comunes son: problemas cervicales, mareos, fatiga, irritación ocular y dolores de cabeza.
En nuestra ciudad son numerosos los lugares donde se ofrecen anteojos sin la participación de profesionales capacitados para hacerlo (puestos ambulantes, farmacias, etc.) y es por eso es que estamos llevando a cabo distintos controles con el propósito de hacer cumplir la normativa y el que no cumpla serán pasibles de clausuras y decomisos, finalizó.