Cristian Guillou, propietario del boliche “Soul”, recordó que el Concejo Deliberante había sancionado una ordenanza que modificaba la que restringía la capacidad de los boliches y otros lugares, a sólo una persona por metro cuadrado, aumentándola a dos personas, pero fue vetada por el Ejecutivo municipal aduciendo que no todos los locales cumplen con las condiciones. Asimismo aseguró que no cuentan con las condiciones de seguridad necesarias para duplicar su capacidad y eso los perjudicó notablemente. Remarcó que su local sí cumple con esas condiciones y puede ser reformado sin ningún inconveniente, si es necesario. Pidió que también se controlen con el mismo celo a otros lugares que se ven desbordados de gente y que el intendente Ricardo Guzmán les conceda la audiencia solicitada hace mucho tiempo para hacerle conocer en profundidad su problemática, ya que consideró que el jefe comunal es una persona criteriosa y razonable que sabrá escucharlos.