La biblioteca Bernabé Piedrabuena funcionaba antes en el edificio Obispado viejo y fue trasladada y fusionada con la biblioteca Vicario Segura, que pertenecía al Seminario Diocesano de Catamarca, y que ahora entrarán en actividad en un nuevo espacio del CeCulDVV, contando con veinte mil volúmenes.
En sus palabras de alocución, el Padre Tapia destacó que la “biblioteca en un santuario de los libros, un lugar de cuidado exquisito para el resguardo de obras que atesoran el conocimiento que va acumulando la humanidad. Es un espacio que demanda tiempo para desentrañar, mediante la lectura y la investigación, el valioso mensaje que guarda el lenguaje escrito de los libros”.
Posteriormente, se hizo el descubrimiento de una placa recordatoria y el corte de cinta para dejar de esta manera en función a la biblioteca. Las Damas Catamarqueñas donaron para la biblioteca una réplica de la estampa de la visita de Mons. Bernabé Piedrabuena en 1908 al departamento Ambato y fue recibida por Claudia Josefina Acosta de Décima, quien tuvo a cargo el reordenamiento de los libros.
Cabe destacar que la remodelación del lugar donde funcionará la biblioteca y el traslado se llevó a cabo mediante convenio firmado entre el Obispado de Catamarca y la Municipalidad de la Capital.