En sus obras funciona una especie de acuario-taller donde crecen jardines de vulvas, astillas de maniquíes voluptuosos y pirañas saciadas en una espesura de sueños abigarrados.
Esta labor plástica es comentada en el catálogo de "Vida Siempre" por el cantante "Indio" Solari, el historietista Diego Abrimbau, el escritor Jorge Accame y, entre otros, los músicos Emilio del Guercio, Edelmiro Molinari y Spinetta, líder del grupo Almendra, quien tuvo una estrecha amistad con Santellán.
La exposición "La Vida Siempre" (toma el nombre de una canción del grupo Jade) que se muestra en el Espacio Cultural de las Madres de Plaza de Mayo, fue organizada por el guionista de comics Matías Santellán -hijo del fallecido dibujante-, la curadora Mariela Alonso y el ex baterista de Almendra, Rodolfo García.
Eduardo Santellán mantuvo una estrecha amistad con los integrantes del grupo a quienes conoció cuando fue a mostrar sus trabajos a la revista Expreso Imaginario: "Los encontró ensayando, los músicos se maravillaron y le encargaron la tapa del álbum ´El valle interior´", cuenta su hijo Matías.
A partir de allí el dibujante ilustraría portadas de discos de Almendra y de Spinetta Jade, a la vez que inició una amistad prolongada con el "Flaco" Spinetta, quien opinó en 1980: "Es un genio sin igual, un artista impresionante de una imaginación fabulosa. Sus dibujos son la luz".
Agrega Matías: "Eduardo le tiró ese año la idea de un libro de poemas ilustrados como sucesor del libro de Spinetta ´Guitarra Negra´; Luis aceptó entusiasmado y le pidió a su representante se le pague a Eduardo por mes para dedicarse exclusivamente a ese trabajo, que iba a titularse ´Glosa´ y que finalmente quedó inconcluso".
"Eduardo realizó también la emblemática tapa del disco ´Bajo Belgrano´ con el regreso de la democracia en 1983 -cuenta Matías-. En esa época el proyecto del libro se detuvo por cuestiones relacionadas al contexto económico; quedaron unos 15 originales, algunos le regaló mi padre a Spinetta, que los tenía colgados en su estudio".
Según Matías Santellán, ambos artistas -amigos durante 30 años- habían decidido retomar el proyecto de "Glosa": "De esta nueva etapa datan los poemas y las ilustraciones realizadas entre 2010 y 2011 que se incluyeron en el catálogo Spinetta, los libros de la buena memoria. Un merecido homenaje a ambos".
Ahora, en la muestra actual que funciona en (ECuNHi), las voces se reúnen para homenajear al dibujante; dice el guitarrista Edelmiro Molinari: "Santellán fue un genio absoluto, un ángel que sobrevoló nuestra tierra para inundarla de belleza y talento".
Otro ex de Almendra, Rodolfo García, recuerda que conoció al dibujante en la revista Expreso Imaginario en 1979 cuando "tímidamente se acercó a mostrar algunos dibujos. No era necesario ser experto en artes visuales para apreciar el alto nivel de aquellos trabajos rebosantes de imaginativa creatividad; imágenes oníricas, surrealismo ilimitado; ya se veía en él a un notable ilustrador".
Por su parte, el músico y compositor "Indio" Solari, expresa: "Recorro con placer su lenguaje, encantado con la belleza de los volúmenes que ocupan los rincones de nuestra mente con un erotismo surreal. Nos convierte, no en turistas de su oficio sino en peregrinos hacia la imaginación y el silencio desnudo".
El narrador Jorge Accame sostiene que el dibujante dio paso a "un arte dionisíaco, un magma erótico en cuyas texturas, luces y profundidades resbalamos perdidos y felices".
En tanto el músico y compositor Emilio Del Guercio dice que con "técnica de orfebre" y "gran sentido del ritmo", Santellán "dibujaba música".
El guionista de historietas Diego Agrimbau -trabajó junto a Santellán en el proyecto Sirenas de hierro- dice apreciar más sus dibujos en blanco y negro: "Cuando se despojaba de su gran manejo de los colores y texturas, aparecía un estilo más concentrado, esencial, ideal para contar historias".
Asimismo, destaca el mundo gráfico de Santellán: "Con metales, pescados, cuerpos desnudos, instrumentos musicales y objetos extraños. En sus ilustraciones había una extraña mezcla de ciencia ficción, erotismo, poesía y surrealismo ejecutados con un obsesivo amor al detalle, al color justo, a la sombra y la luz exactas".
En el curso de una entrevista, el artista se había acercado a sus dibujos con estas palabras: "Siento mi ser en plena ebullición sin intervención del raciocinio, como aquella frase escolástica de ´nada hay en el intelecto que no haya estado antes en los sentidos´, intento mantenerme en esa etapa anterior a la razón, sabiendo que esta última es efímera y transitoria".
Su hijo Matías, tras reconocerle "un talento descomunal", concluye: "Su presencia influyó desde niño en mi acercamiento a la escritura y en mi amor por el arte todo. Hoy sus obras iluminan mis ojos".
Fuente: Télam
