Ahora, se teme que hayan sido comercializados con miras a quitarles el cuero, muy apreciado por las marroquinerías y los fabricantes de afrodisíacos.
Las pequeñas crías, de la especie de yacarés overos -también llamados ñatos, por su hocico particularmente ancho-, eran criadas en Bajada Grande para repoblar algunos ambientes del norte entrerriano, donde el anfibio fue plaga en otras épocas y hoy ya casi no existe.(Télam).-