Se trata de una retrospectiva en la que se podrán apreciar diversos acercamientos del maestro al arte del filete, desde composiciones clásicas hasta intervenciones de objetos cotidianos, además de catálogos, fotografías y bocetos de obras propias y de amigos artistas, en el museo de Defensa 223.
Nacido en el barrio porteño de Flores en 1932, Luis Zorz dejó su trazo en sitios emblemáticos de la ciudad como la esquina Homero Manzi (San Juan y Boedo), en la caja registradora del Café Tortoni, en la portada de la primera enciclopedia del tango y en decenas de plaquetas y lugares públicos, como Chiquilin, en Montevideo y Sarmiento.
Zorz se inició en el arte del filete desde muy temprana edad, fue discípulo de León Untroib y Carlos Carboni; y aprendió el oficio en galpones y fábricas de carros, a cielo abierto.
"Luisito es un loco romántico que le dio vida y color a un arte que anda sobre ruedas", dijo alguna vez de Zorz el pintor Benito Quinquela Martín, con quien forjó amistad.
Fuente: Télam
