Se trata de una iniciativa, un desafío entrañable, que propone asumir al niño como parámetro de valoración y transformación de la ciudad. La propuesta responde a lo estipulado por la Convención Internacional de los Derechos del Niño, y a partir de la misma se propone escuchar a los niños y niñas de nuestra ciudad y para ello, brindarles el espacio y la contención que les permita volcar y exponer sus ideas, sus propuestas, sus críticas, sus dudas y sus inquietudes; sin que ello implique someterlos a las modalidades de constitución, la carta orgánica, las estructuras, las votaciones y los procedimientos propios de un ámbito de debate de adultos.
El Consejo de los Niños y Niñas se enmarca en un proyecto internacional que se denomina "La ciudad de los niños", cuyos parámetros expone Francesco Tonucci en la obra que lleva el mismo nombre. La idea nació en Italia (Fano) en el año 1991 y desde esa fecha se fue extendiendo como red internacional que comparten los ejes centrales del proyecto, los que radican en el reconocimiento de la autonomía de movimiento de los niños y niñas y la participación de los mismos en el diseño de las políticas públicas de la ciudad en la que viven.