Las chicas que trabajan mediante esta modalidad -que normalmente no caminan la calle, sino que esperan que el mercado de clientes acuda a ellas en sus departamentos- se manifestaron en contra de la medida de Cristina y aseguraron de manera unánime a diariouno.com.ar que la medida será inocua para combatir la trata de personas, mientras, se quejaron en simultáneo, estarán peligrando seriamente sus fuentes de trabajo. Otras suripantas apuntaron a internet como verdadero caldo de cultivo para el reclutamiento de adolescentes en la prostitución.
"Me parece mal, pésimo. No estamos para nada de acuerdo. Los avisos nos representan una importante entrada de dinero y ahora no sabemos qué vamos a hacer. Tendremos que ir a los boliches y bares a tarjetear", se quejó Luna desde su departamento céntrico. "Esto no ayuda en nada. Si quieren combatir la trata tendrían que controlar internet", aseguró.
En tanto Laura, que trabaja en una casa de la calle Montevideo de Ciudad, indicó que los máximos perjudicados serán los nuevos lupanares o los de reciente apertura: "Los locales nuevos van a perder porque no van a poder ofrecer sus servicios, los viejos no. Es que yo laburo en este lugar que tiene 20 años de trayectoria y ya tenemos una clientela fija por eso a nosotros tanto no nos golpea".
"Esos locales van a tener que publicar avisos capciosos y muy sutiles, pero no sé cuál será el resultado porque la gente que consume esto no es muy atinada. Tampoco sé en qué rubro lo harán. ¿El de artículos podrá ser?", dijo entre risas, y agregó con un dejo de ironía: "Lo que prevalece en la clientela es el boca en boca".
Agustina, de un tres ambientes de calle Mitre fue más allá: "La mato (a Cristina). Es malísimo. Ella había prometido que iba legalizar todo y ahora sale con esto. Prohibiendo los avisos no se arregla nada. Se podría haber acordado de internet, porque más que nada se ofrecen chicas que vienen de la trata por internet".
Mientras que Aldana, sin pelos en la lengua, calificó la medida como "una mierda". "A nuestros avisos los sacan mientras que a otros peores los dejan. Nosotras no estamos robando ni estafando, estamos trabajando", se indignó. (Diario Uno)