Una roca gigante, de unos ocho metros de ancho por cuatro o cinco de alto, se desprendió de la montaña el miércoles y cayó justo en medio del camino. Quedó liberado un espacio apenas suficiente para que transite un solo vehículo (y que no sea muy grande). Cualquier desafortunado que hubiera transitado por ahí ese día hubiese muerto. Por suerte la ruta estaba solitaria en ese momento.
La piedra quedó incrustada en el kilómetro 40 de la ruta 307. Hasta ayer por la tarde no había indicios de que intentaran moverla. Raúl Basilio titular de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV), explicó que están evaluando la manera de solucionar el inconveniente.
Un trabajador que se encontraba en el cerro, empleado de la empresa Perales Aguiar -encargada de las reparaciones en el camino-, apuntó que las máquinas no pueden extraer la roca debido a su gran tamaño. "La única solución es dinamitarla, pero no se trata de un procedimiento tan sencillo: tiene que venir una empresa especializada para hacerlo, ya que el trabajo consiste en perforar la roca y colocar el explosivo adentro", advirtió el maquinista. Pidió que no se publique su nombre.
Pocas soluciones
Una vez en la ruta 307, el panorama comienza a oscurecer a partir del kilómetro 30, donde ya se ven las máquinas de Vialidad recorriendo la zona. La lluvia y el tránsito fueron un obstáculo durante las últimas horas para las obras, imprescindibles cada vez que los derrumbes castigan el camino a Tafí del Valle.
"Los trabajadores de Vialidad ya están trabajando. De a poco van colocando los soportes para frenar el desmoronamiento. De todos modos, sólo estamos dejando pasar rodados livianos, porque si transitan camiones o colectivos las vibraciones que producen podrían llegar a ocasionar nuevos derrumbes", explicó el oficial José Ponce, del destacamento de la policía de seguridad vial de la zona.
Por su parte, el comisario Abel Montero, jefe de la zona 1 de la Unidad Regional Oeste, subrayó que el camino está muy peligroso. "Por eso solamente dejamos pasar autos y motos -informó-. Por suerte la gente está tranquila. Es que no podemos apurarnos. Cada 10 minutos hacemos pasar de a dos autos, nada más, es por precaución".
Basilio expresó algo de alivio cuando habló con LA GACETA. "La caída de la piedra pudo haber causado una tragedia", indicó. Y agregó "estamos evaluando el modo en que vamos a extraer la roca del lugar. Por el momento seguirá allí".
Los turistas
Como los González, muchas otras familias salieron de sus casas con el afán de pasar unos días en los Valles. Emanuel Guzmán es uno de esos turistas. "Vengo con toda mi familia desde La Banda, Santiago del Estero, para conocer Tafí. Y justo ahora nos viene a pasar esto, hace cuatro horas que estamos aquí", reclamó en medio de la ruta.
La fila de autos se iba haciendo cada vez más larga ayer a la mañana, no sólo en el acceso a la ruta sino también en cada zona de derrumbes. Hay que pasar con extrema precaución y sólo cuando el personal de Vialidad lo permite (unos 10 autos de cada lado por turno, por lo que el tránsito se hace muy lento). Si vas a Tafí, armate de paciencia.
Fuente: lagaceta.com.ar
