“En esa época éramos pocos los artesanos que veníamos para acá, después estuvimos en el regimiento, y acá (en el Predio Ferial) estamos muy bien, es más cómodo y para nosotros es un lujo, estamos tranquilos”, enfatizaba la telera “belicha”.
Con sus 83 años a cuesta, Doña Lía todavía continua despuntando el arte que conoció desde chica: “Tejemos, hilados y hacemos las cosas para vender, yo hago todo por suerte, yo y mis hijos que siguen la tradición por suerte, pero yo hilo y hago todo el proceso.”
Con nostalgia Doña Lía, comentó: “mis nietos ya no quieren seguir con esto, se está perdiendo, ellos andan en otra cosa y uno los entiende pero bueno, ellos ya no quieren saber nada de nada”.
“Mis nietos son varios, alguno están en el Sur, otros están en Pomán, o se fueron a Chubut al sur y el arte se va perdiendo, ellos quieren el estudio y uno los entiende”, dijo con un dejo de nostalgia Doña Lía.
Sobre el arte que abrazo desde muy chica, la señora Gutiérrez comentó: “Es todo un proceso, yo por suerte tengo una hija que me está ayudando todavía, pero un pullo lleva por los menos un mes para poder hacerlos; yo ya no tejo por los problemas de la espalda pero mi hija si y bueno seguimos”.
“yo empecé desde hace muy chica, desde los 4 o 5 años, comencé con el uso, mi mamá me decía que me iba a comprar ropa o zapatillas y yo me apuraba a hilar más rápido yo me crie con eso”, comentó con una sonrisa en el rostro Doña Lia.
En cuanto a lo que ofrece a los turistas y comprovincianos en esta edición de la Fiesta del Poncho, la telera de Belén, dijo: “trajimos peleros, pullos, mantas y lana, esta es la producción de todo el año y venimos para poder vender todo en esta fiesta”.
Sentada en su stand, Doña Lia Gutierrez, espera poder vender toda la producción y volver el año que viene para seguir mostrando su arte a todo el país y el mundo.