“Lo único que quiero es encontrar a mi hermano, no me importa nada más”, suplica al borde de las lágrimas. Es que ella y su familia sufren en carne propia la desaparición de este chico que todos los días se tomaba el Sarmiento en la estación de Padua y viajaba hasta Once para ir a trabajar.
En este caso, la angustia no está motivada por la certeza de lo que sucedió en el accidente, sino por no saber qué le pasó al chico que al momento de su desaparición llevaba un pantalón negro, remera verde agua y zapatillas celestes.
Por eso, su hermana cuenta que ella, su familia y amigos repartieron "volantes con su foto, pegamos afiches en autos particulares, colectivos, taxis, kioscos y en restaurantes" que tuvieron la gentileza de colaborar. Y destaca que "hay carteles en Padua, Merlo y en toda la Ciudad. Hacemos todo lo posible para encontrarlo".
Mientras tanto, su madre, María Luján, está desesperada y ya fue dos veces a la morgue a ver fotos, porque dicen que allí hay un joven de esa edad, que aún no fue reconocido por ningún familiar. Sin embargo, ella, su marido y un tío aseguran que las imágenes que vieron no correpondían a Lucas.
Esto le da cierto alivio pero a la vez la desespera, porque ya tuvo varias falsas alarmas sobre la aparición de su hijo. Por eso, harta, disparó: "No me boludeen más, no me hagan ir más a ningún lugar... Quiero que aparezca...".
A Lucas Menghini Rey lo buscan todos sus amigos y familiares y también lo espera su hija de cuatro años. Todavía no aparece. infobae.com
