En tanto, Poggi declaró ayer que no conoce a Marcelo Tarzia, apresado en julio pasado en un laboratorio de drogas sintéticas en Ingeniero Maschwitz, ni a Sebastián Forza (34), uno de los tres empresarios asesinados el mes pasado en General Rodríguez.
El vínculo entre Tarzia y Forza quedó probado a través de comunicaciones que mantenían, por lo que las viudas de las tres víctimas pidieron que la fiscal porteña Ana Yacobucci se declare incompetente en la causa por el triple crimen y el expediente pase al juez Federal de Campana que investiga a "narcos" mexicanos.
Ariel Fusco, defensor de Poggi, dijo a la prensa que el imputado terminó esta tarde su indagatoria de unas ocho horas ante el juez federal Federico Faggionatto Márquez, diligencia que había comenzado este miércoles, tras entregarse en el juzgado de Campana.
Este miércoles, Poggi ya se había desvinculado de la efedrina hallada en un galpón que alquiló en General Rodríguez, con la que ciudadanos mexicanos elaboraban las drogas sintéticas en Maschwitz.
"Hoy dio todas las explicaciones, todo lo que se le pidió y lo que sabía. Se explayó ampliamente y se sometió a todas las preguntas del juzgado", señaló Fusco. "Aportó datos esclarecedores sobre el rol que se le atribuía, que era haber suscripto un contrato de locación (del galpón).
Brindó un relato pormenorizado, sumamente verosímil", indicó el letrado, quien se mostró conforme con la indagatoria de su defendido, al que considera inocente.
Dado el secreto de sumario que rige en el expediente, Fusco se excusó de brindar detalles de los dichos de Poggi aunque señaló: "No consta que de su indagatoria se desprenda que haya tenido contactos con Tarzia. No hay ninguna conexión con el triple crimen.
Y de su declaración no surgió vinculación con Forza". "Y tampoco está vinculado con ninguna ruta de la efedrina", agregó el letrado, quien más temprano había negado que en el galpón alquilado por Poggi se hayan encontrado restos de ese precursor químico en unos tambores, lo que había llevado al juez a imputar al ex funcionario, ya que esos recipientes eran del mismo lote que los secuestrados en el laboratorio de Maschwitz.
Tras su indagatoria, Poggi fue trasladado cerca de las 16 a la alcaidía de los tribunales desde donde será llevado al penal federal de Marcos Paz o al de Ezeiza. En la primera de esas cárceles se encuentra alojado Tarzia, quien este jueves amplió su indagatoria y respondió a las preguntas de Faggionatto Márquez, quien lo citó este miércoles, luego de escuchar los testimonios de las viudas del triple crimen, en especial el de la mujer de Forza, Solange Bellone.
Héctor Ramírez, uno de los abogados de la mujer, dijo a Télam que este viernes Bellone ampliará su testimonial ya que "tiene algunas cosas más para decir", además de las que ya aportó este miércoles.
Fuentes vinculadas a la pesquisa dijeron que Bellone aportó algunos nombres, entre ellos el de un empresario del rubro de los medicamentos, que fue investigado por la DEA, y al que vinculó al triple crimen. Pero Forza "no es el único" que estaba en comunicación con Tarzia, sino que aparentemente algunos de los nombres aportados por Bellone también se hallaron en su agenda y teléfono.
Sobre el tema de las comunicaciones, declaró este jueves como testigo en la causa de Campana una mujer llamada Anabella, a cuyo nombre estaba uno de los teléfonos que utilizaba Forza.
Por otro lado, este viernes deberá ser resuelto el pedido de la querella de que Yacobucci se declare incompetente en la causa por el triple crimen y deje el expediente a Faggionatto Márquez.
Es que en la hipótesis de la querella, que empieza a tener algunos puntos documentados en la causa federal, los asesinatos pueden estar vinculados con la comercialización de efedrina. De hecho, no sólo se detectaron comunicaciones entre Forza y Tarzia sino también entre el empresario asesinado y el mexicano prófugo Jesús Martínez Espinoza.
Las familias de los hombres asesinados sospechan que los ataques fueron cometidos en el marco de una pelea entre bandas que se disputaban la provisión de efedrina a los ’narcos’.
En esta línea, se presume que Forza, Ferrón y Bina estudiaban crear sociedades para proveer de este precursor a algunos carteles, algo que habría molestado a antiguos proveedores que planearon sacárselos del medio.
Siempre según esa hipótesis, uno de esos viejos proveedores les dijo a los mexicanos que Forza los había delatado y revelado a la Justicia dónde tenían el laboratorio en Maschwitz.
En tanto, y a raíz de los últimos datos aportados a la causa, la policía secuestró esta madrugada los registros de pasajeros de los hoteles Sheraton, de Pilar, y Faena, de Puerto Madero, para establecer si allí se alojaron mexicanos investigados por narcotráfico y si se reunieron con Forza.(Telam)
