De pronto a un chico se le cayó algo que llevaba, pero no se dio cuenta de la situación, el objeto fue a parar debajo del vehículo escolar, pero era tarde y no se dio vuelta a buscarlo, sólo corrió hasta la escuela.
En una actitud gentil, el conductor del rodado se bajó y, esquivando el intenso tráfico a esa hora en ese lugar, se metió debajo de la Traffic que conducía, para tratar de recuperar el objeto perdido del chico. Su reacción fue rápida e imprudente, ya que dejó la puerta abierta y el vehículo continuaba en marcha, comenta Mendoza online.
El chofer encontró lo que buscaba, y siguiendo con su imprudencia, corrió al interior del colegio para devolverle el objeto al chico. Mientras hacía eso, el transporte estaba lleno de otros alumnos y pasó algo lógico: sin freno de mano ni cambio puesto, el vehículo comenzó a desplazarse y retroceder. La situación generó un poco de alarma entre los pasajeros, al ver que el rodado se movía sin su chofer.
Pero una rápida reacción de un niño de entre 8 y 10 años, salvó lo que pudo ser una tragedia, saltó desde el asiento de atrás y atinó a levantar el freno de mano, deteniendo brúscamente el vehículo. El chofer volvió, tomó lugar en su asiento y continuó manejando sin preocuparse por su actitud absolutamente irresponsable en una calle muy transitada y con pasajeros a bordo.
(Fuente: Mendoza online)