El hombre contó que mientras caminaba percibió un fétido olor que provenía del cauce. "Me acerqué y vi que el agua tenía un color gris plomo y el olor era terrible. A la orilla observé que algo blanco resaltaba y al acercarme vi que eran bagres que flotaban muertos", relató al matutino santiagueño.
Frente a esto, especialistas de la provincia vecina señalaron que algunas empresas aprovechan sábados y domingos o los feriados para arrojar sus desechos. De acuerdo con Sergio Zaltz, integrante de la Secretaría del Agua santiagueña, los responsables de contaminar los arroyos tributarios del embalse, habitualmente lo hacen cuando se inicia el fin de semana para evitar el control de los organismos.
Según el funcionario, en los próximos días se realizará un nuevo control para constatar la situación en el arroyo. "Generalmente no se encuentran peces muertos en este cauce, pero sabemos de la existencia de desechos tóxicos en la etapa de alta producción azucarera que lo dejan sin oxígeno", expresó.
Fuente: lagaceta.com.ar