Es una vieja casona de características muy particulares en su edificación, puesto que en ella se ha fusionado el clásico estilo colonial, traído por los conquistadores, con una estética criollapor excelencia, lo que le da un valor patrimonial muy importante.
La mandó construir como su "casa de campo" Manuel Ignacio Molina, uno de los pocos abogados de entonces, que tuvo una íntima relación con la vida política y gubernamental de Mendoza, a punto de que fue nombrado primer representante de Cuyo en la SegundaJunta de Gobierno de 1810.