Una vez llegados al paso internacional, conocieron el paraje las grutas, donde siempre hay que hacer un alto, y continuaron su recorrida guiadas por personas conocedoras del lugar y siguieron con la tradicional secuencia de fotos a cada uno de los sectores que a los visitantes les parecía guardar para mostrarlos a sus familiares, amigos y demás compatriotas o como se hace comúnmente hoy, subir las imágenes a cuanto sitio en Internet exista.
Lo llamativo fue cuando en la noche, después de una merecida cena y antes de descansar para volver a su rutina de viaje aventura, se reunieron en una habitación del alojamiento que se encontraban, para ver algunas de las tantas fotos que habían sacado durante la larga jornada, y en ese repaso de paisajes e imágenes que les volvía a sorprender por lo bello de cada una, se detuvieron cuando uno de ellos observó una figura en medio de las montañas y en la nada; la acercaron cuando a los demás también les llamo poderosamente la atención, la curiosidad y sorprendidos se dieron que para todos era una figura humana, “una señora con un bebe en brazos”, dijo uno de ellos, otro miro detenidamente mientras acercaba la imagen y comentó, “no es un hombre parado con sombrero”; seguidamente el guía fue llamado a la habitación un rato más tarde, para que observara esto que para ellos ya era todo un hecho raro y cuando le mostraron lo que trataban de explicarle o hacerse entender, el guía medio incrédulo habría expresado, “la verdad que parece un hombre barbado, con un sombrero y tipo poncho en su hombro y como si estuviera mirándolos a ustedes cuando sacaban las fotos, pero… ahí no vive nadie, es decir no hay nadie cerca en muchos kilómetros, es muy raro”, habría terminado diciendo.
Es importante mencionar, para quienes creen en coincidencias del destino, que haciendo averiguaciones, a los turistas les informaron que cerca del lugar donde sacaron una de las tantas fotografías, y refiriéndonos a esa en particular, ahí cerca esta una de las curvas denominada “Cajón” o “Curva de las Siete Cruces” en alusión a un accidente ocurrido hace más de 20 años atrás, donde perdieron la vida varias personas de una familia, un hecho recordado por los pobladores norteños.
La situación no culminó ahí, dicen que mientras habían ido a buscar al guía para que fuera a ver la foto, la luz de la habitación comenzó a parpadear, como que se iba a cortar la energía eléctrica, se normalizo cuando ingreso a cuarto el guía, y luego de unos minutos volvió a producirse lo mismo e inclusive, los visitantes le habrían contado al día siguiente al chofer de la camioneta que los trasladaba a continuar con el recorrido, que no habían podido dormir en la noche, porque sintieron ruidos de sillas, mesas que se corrían de un lado a otro en las habitaciones contiguas, murmullos de personas en la puerta de la habitación, por lo que uno de ellos tomo la iniciativa de comenzar a orar para que cesarán los ruidos molestos, cosa que a los pocos minutos sucedió, y todos fueron coincidentes en relacionar lo que les estaba pasando, con la una de las fotos que habían sacado y donde aparecía esa figura humana.
Este hecho lo hacemos conocer a nuestros lectores, reservándonos la identidad de las personas que acercaron a la redacción de VOCES ESCRITAS, el material y la información y por expreso pedido de los protagonistas que a su vez deseaban hacerlo partícipe a todos de ésta manera.
Curioso, sorprendente, tal ves misterioso, una fantasía de la imaginación, poco real para otros, un truco de la tecnología, como quizá se les pueda estar cruzando por su cabeza. Igualmente decidimos publicarlo y que cada uno saque sus propias conclusiones.
Fuente: vocesescritas.com.ar
Es un minero
Por: Rafael el 13-05-2011 a las 09:17