Así lo afirmó el sacerdote Carlos Pérez, rector del lugar, al ser consultado sobre el número de fieles que habían visitado ya el lugar, y los que se hallaban este miércoles, al celebrarse la Fiesta Patronal de la Virgen.
Esta manifestación de fe comenzó el 25 de septiembre de 1983, cuando Gladys Quiroga de Motta, una sencilla mujer nicoleña, madre de dos hijos y que no llegó a cursar el cuarto grado de la escuela primaria, dijo a las autoridades eclesiásticas haber sido testigo de la aparición de la Virgen María. (Télam).-