"Estamos cansados de no tener luz, agua, cloacas y recolección de residuos", aseguró Pilar Chávez mientras acunaba a su último hijo, de 15 días.
La mujer contó que tiene otro niño de 3 años que sufre de broncoespasmos por el humo de la quema de basura. "La luz nos la provee un señor, que nos cobra 150 pesos mensuales, mucho más de lo que paga el resto. Y tenemos el problema de los pozos ciegos que se rebalsan y nos obligan a caminar sobre la cochinada", contó.
Otra vecina, Gladys Yapura, cita los frecuentes incendios como otro de los peligros a los que los habitantes de La Carbonilla se ven expuestos por la falta de servicios básicos.
"Hubo incendios en el barrio por causa de usar velas, muchas casas se quemaron", recuerda.
Los vecinos aseguran que, tras una primera negociación con autoridades del IVC para empezar a discutir cómo cumpliría el fallo que ordena la prestación de servicios básicos, los funcionarios se negaron a seguir avanzando.
Algunos de los vecinos que participaron de la protesta exhibían en sus manos el folleto que el IVC repartió la semana pasada por el barrio para anunciar que el fin de semana se comenzaría a censar a la población, algo que finalmente no se cumplió.
"Juegan con nuestro trabajo, porque somos gente que trabajamos, nos quedamos en casa para el censo y al final no vinieron. Es como una burla", agregó Pilar Chávez.
"Los organismos de Estado municipal no han pisado el barrio, como no lo han hecho en otros asentamientos y villas. La presencia del Estado es absolutamente cero", sostuvo Jonathan Baldiviezo, abogado que asesora a los habitantes de La Carbonilla.
Un grupo de delegados del asentamiento subieron al 6º piso del edificio, ubicado en Pasaje Carabelas 258, donde después de varias horas fueron recibidos por el gerente de Desarrollo Habitacional del IVC, Gustavo Mola.
"Lo único que nos dijo fue que habían frenado toda intervención en el barrio por orden de la Procuración de la Ciudad porque no quieren emprender ninguna acción que implique un reconocimiento de que la responsabilidad les cabe a ellos y no a la Nación, como vienen asegurando de manera inexacta", contó Baldiviezo.
Como la respuesta no les resultó satisfactoria, los delegados volverán a movilizarse el viernes, esta vez frente a la Procuración.
El asentamiento La Carbonilla -denominado así por un local de acopio y embolsamiento de carbón que funciona en el centro del lugar- se emplaza en terrenos del Ferrocarril San Martín, a unos 100 metros de la estación Paternal, entre las calles Warnes, Añasco y Trelles.
Creada en 2001 por unas 20 familias dedicadas al cartoneo, hoy la villa alberga a más de 1.200 personas alcanzadas por la crisis habitacional que afecta a la Ciudad de Buenos Aires, con una fuerte presencia de inmigrantes peruanos, bolivianos y paraguayos.
Protestas similares a la llevada adelante hoy por los delegados de La Carbonilla vienen realizando vecinos de otras villas, como la 31 de Retiro, la 21-24 de Barracas y la Rodrigo Bueno de Costanera Sur.
"El de la Carbonilla es uno de los casos más graves, porque es uno de los pocos en los que aún no se ha hecho nada", afirmó Baldiviezo.
Fuente: Télam
