Cuando llegaron a Pinto, unos 250 kilómetros al sudeste de la capital santiagueña, a las 7.30 del domingo, los pasajeros debían bajar para desayunar en un parador de la ruta nacional 34. En ese momento los choferes notaron que la mujer que ocupaba la butaca número 1 seguía en su asiento y creyeron que estaba dormida. Al tratar de despertarla notaron que, en realidad, estaba muerta.
Los choferes denunciaron lo sucedido en la comisaría de Pinto. Luego un médico revisó a la mujer y estimó que había fallecido por un paro cardiorrespiratorio unas ocho horas antes de que la descubrieran los conductores.
Fuente: minutouno.com.ar