En tal sentido, Ramallo, manifestó que por las persistentes lluvias en Andalgala, no solo dejaron al descubierto la falta de preparación en emergencias, sino, “el agua vino a descubrir y darnos la razón de todo, cuanto a fines del 2006 denunciábamos con las maniobras cuasidelictuales por parte del intendente y su gabinete, con la ayuda de concejales adictos, para la compra y construcción de una nueva terminal de ómnibus”.
Además, agregó “un edificio disfuncional y con estéril impacto en la economía y desarrollo turístico solo puede ser calificada de fraudulenta”.
Por último, expresó la necesidad de que las autoridades provinciales tengan un mayor compromiso, con los gastos que se realizan con regalías mineras, “dado que en el seno de nuestras instituciones dicho control, se torna imposible por el grado de obligaciones creadas por esta gestión municipal”.concluyó Ramallo.