La frase pertenece al neumonólogo Ramón Alchapar, docente universitario, vicepresidente 1º de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y Presidente del Nodo Mendoza de la Asociación Argentina de Tabacología.
Esta semana se recordó en nuestra provincia el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), el padecimiento que trajo hace exactamente un año a estas tierras al recordado Sandro para someterse a un trasplante cardiopulmonar.
Según los datos que maneja Alchapar, “el 25% de los fumadores desarrolla la EPOC, y decimos desarrolla porque es un proceso. Nuestro organismo se va adaptando a la disminución de la capacidad pulmonar. Nos damos cuenta de que ahora nos falta el aire cuando hacemos algún esfuerzo y antes no nos pasaba. Le echamos la culpa al sedentarismo, al calor, a la humedad, pero es culpa del cigarrillo”.
Las excusas como “de algo hay que morir” giran en torno a esta adicción, que es comparable con la que producen la marihuana o la cocaína.
La EPOC se manifiesta a través del enfisema –implica lesiones en los alvéolos (las bolsitas de aire) de los pulmones lo cual complica la toma de aire– o la bronquitis crónica, aunque la mayoría de los casos se da con el primero. Esta enfermedad es hoy por hoy la 12º causa de muerte a nivel mundial y para el 2025 se estima que ocupará el 5º lugar del luctuoso ranking que anualmente se lleva la vida de 40.000 argentinos.
Tres acciones
Alchapar es drástico: “Hay que actuar ya desde tres lugares: instar a los que fuman a que dejen de hacerlo, exigir el cumplimiento cabal de la Ley Antitabáquica que tiene la provincia y enseñar ya desde la escuela primaria las complicaciones a la salud que trae la adicción al cigarrillo”.
Sobre el primer punto el especialista recordó que amén de concurrir al médico de cabecera para ser orientados, los fumadores mendocinos cuentan con una amplia oferta de consultorios de cesación tabáquica que funcionan en los hospitales Lencinas (teléfono 4272600) y Español (teléfono 4490300), la OSEP (teléfono 4417827) y el DAMSU (teléfono 4135000, interno 3202).
Acerca del segundo punto, Alchapar reclamó que se cumpla con la Ley Nº7.790/07, que prohíbe fumar en todos los espacios cerrados que estén abiertos al público, especialmente en aquellos lugares donde se reúnen adolescentes y jóvenes, tales como pubs, bares y boliches.
Y respecto del tercero, el neumonólogo advirtió de una preocupación creciente: uno de cada tres docentes de primaria y secundaria son adictos al cigarrillo. “¿Qué mensaje pueden transmitir si ellos fuman? El adicto soslaya la gravedad de su adicción porque no la puede asumir. De todos modos, estamos notando que cada vez son más los maestros y profesores que organizan charlas con sus alumnos para contarles lo que significa fumar, reforzando el concepto con especialistas”, advirtió.
La proporción de uno a tres también se traslada a los médicos: “El ranking lo lideran los cardiólogos, aun cuando sabemos que fumar provoca infartos, ACV, aneurismas. Les siguen los psiquiatras y luego los obstetras. Este último caso es muy preocupante, porque gracias a su adicción le dicen a la futura mamá ‘Prefiero que te fumes uno o dos cigarrillos porque si no le transmitís la ansiedad al bebé’. Se establece cierta permisividad que hace que una criatura que no se puede defender sea envenenada desde la panza”. (Diario Uno)
