“El objetivo es lograr la instalación de una curtiembre en Icaño aprovechando el potencial de la zona en cuanto a la utilización integral del cabrito, y complementarlo con un Centro Producción de Industrial que se localice en Esquiú. Por eso la idea es organizar y capacitar a los productores para que adquieran buenas prácticas en todos los puntos de la cadena de valor, desde la producción primaria hasta la comercialización”, indicó la ingeniera Rocío Leiva, asesora de la subsecretaría de Industria y Comercio.
En esta instancia inicial, la capacitación se centró en las buenas prácticas para el manejo del cuero de cabritos. La actividad estuvo a cargo del especialista Mario Fiori (perteneciente al INTI).
Por su parte, el PRODERNOA trabajará en cuanto a la organización de los productores icañeros que se dedican a esta tradicional producción. Actualmente, los cabriteros de la zona aprovechan relativamente el cuero que retiran de la faena, vendiéndolo a artesanos para la confección de productos de marroquinería, talabartería y apliques para mueblería. Uno de los objetivos del proyecto es lograr un aprovechamiento más eficiente de los recursos para elevar el nivel de ingresos de los pobladores y así mejorar sus condiciones de vida.