En la ocasión, Macedo le brindó la bienvenida al maestro orfebre, entendiendo que “asistimos a un hecho trascendente para los catamarqueños y por la envergadura de la obra, principalmente por el destinatario que será, nada más y nada menos, que el Papa Francisco”. Y agregó: “El maestro decidió incrustar una piedra de rodocrosita en el cáliz, extraída de Minas Capillitas (Andalgalá) y aportada por CAMYEN S.E y que sumado al aporte del cincelado de los catamarqueños, quienes serán protagonistas privilegiados de esta obra”.
Por su parte, Pallarols agradeció la invitación realizada por el Gobierno de la provincia, y observando un retrato de Fray Mamerto Esquiú, ubicado en el Salón de Acuerdos, recordó que también participó en la restauración, en el año 1956, de la cruz pectoral del ilustre franciscano.
Mientras efectuaban tareas de cincelado, los catamarqueños también tuvieron la oportunidad de dejar un mensaje en un inmenso libro que será entregado a la máxima autoridad de la Iglesia en el mundo.
Por otro lado, el artesano dijo que el diseño tuvo que ser modificado ya que el mismo estaba destinado al Papa Emérito Benedicto XVI, y uno de los cambios es el cincelado de quienes deseen hacerlo. Además, como detalle especial se dio a conocer que en la base ya fue incrustada una piedra preciosa de rodocrosita, siendo la única provincia que participa en el material para su confección. La entrega del trabajo no será inmediata, sino cuando Francisco llegue al país en su primera visita como Papa, aún así a fines de mayo la obra será presentada en Roma en una galería del Vaticano, pero durante el año hasta noviembre continuará su viaje por nuestro país, una vez que recorra gran parte del mismo, será expuesto hasta ser obsequiado.