El programa PAIS, destinado a los jóvenes en riesgo social de diferentes barrios de la ciudad, ingresó este año en su tercer año de trabajo, experimentando un importante crecimiento en cuanto a participantes, alcanzando alrededor de 150 chicos en calidad de becarios y 20 adolescentes como oyentes, en total 170 chicos que encontraron en PAIS un lugar para recrear sanamente sus aptitudes.
Se trata de un programa impulsado desde la Nación, y canalizado por la Secretaria de Salud y Promoción Social del municipio, que además, funciona como coordinadora del mismo.
Este programa contempló la realización de talleres de capacitación en diversos rubros, tres veces a la semana, con la particularidad de que con el correr de los encuentros, cada núcleo de los seis que existen, se fue convirtiendo en grupos de autoayuda donde se abordaban las problemáticas de cada integrante.
Los jóvenes cobijados en el programa contaron con el apoyo del municipio en primer lugar, de sus respectivas familias y de los vecinos de los barrios de donde provienen, de manera que eso ofició de estimulante para ellos.
Durante los años anteriores, los participantes en el programa recibieron capacitación en numerosas disciplinas, para lo que se contó con la colaboración de profesionales comprometidos con el proyecto. De este modo se pudo concretar charlas sobre temas de salud, derecho, comunicación y otros.
El objetivo primordial fue insertar a los jóvenes en la sociedad atendiendo sus problemas de manera personalizada brindándole la posibilidad de desarrollar sus capacidades para el trabajo, el estudio y la colaboración con otras organizaciones sociales. Esto fue posible recurriendo a otros programas y recursos disponibles. Así por ejemplo, los jóvenes que presentaban problemas de analfabetismo se incorporaron al programa “Yo sí puedo”, en total durante el transcurso de los tres ciclos que el municipio implementó el programa se alfabetizaron alrededor de diez chicos, cumpliendo con los estudios previstos e incorporándose luego como colaboradores para ayudar a otros adultos que aspiran a alfabetizarse. En tanto que se logró reinsertar a la educación formal a la mayoría de los jóvenes.
El programa atendió a que los jóvenes en pleno proceso de cambio son actores activos y protagonistas de actividades sociales solidarias. Durante este año, por ejemplo, organizaron los festejos ofrecidos a los pequeños que concurren a los Centros de Cuidados Infantiles (CCI) con motivo de los festejos del día del niño. En esta ocasión los jóvenes tuvieron a su cargo la animación y entregaron premios y regalos que habían sido donados con esa finalidad y se encargaron del arreglo de aquellos que lo necesitaban. Los adolescentes presentaron números musicales folclóricos y de danzas, aprovechando este espacio de participación, realizando similar aporte a los ancianos internos en el Hogar Fray Mamerto Esquiú. También participaron de jornadas de cuentos en el Hospital de Niños Eva Perón, en donde les relataron historias a los niños alojados allí. Además realizaron experiencias artísticas y creativas bajo la coordinación de la Comedia Municipal, entre otras actividades.
El área de Salud y Promoción Social dio a conocer los datos actualizados con los resultados alcanzados por el programa durante el 2006. Un total de 180 chicos se capacitaron en albañilería, plomería, electricidad, peluquería y computación. En tanto que, a partir de allí, doce adolescentes elaboraron emprendimientos productivos en electricidad y plomería, actividad que les permite obtener ingresos y tomar la cultura del trabajo.
Además, los datos arrojan que 74 jóvenes fueron alfabetizados, 35 lograron salir de la prostitución, 100 lograron reinsertarse a la educación formal, 45 chicos pudieron salir de las drogas, 55 dejaron los hábitos de alcohol, 4 de ellos fueron tratados por violación, 78 por violencia familiar, 62 por casos de delincuencia juvenil, 3 por intentos de suicidio y uno por autoflagelación.
Los resultados responden al objetivo general del programa, favorecer la integración de los adolescentes de familias vulnerables, a través de la creación de espacios de reconocimiento a sus problemáticas y de proyectos que tiendan a su desarrollo personal y como actores vivos de la sociedad.
