Por su parte, los asistentes del curso destacaron el programa Pro-Huerta como una importante política de gobierno la que a través de su implementación y de la puesta en práctica mediante las experiencias, se pudo observar el beneficio para los productores. Asimismo, más allá de las realidades similares entre los países latinoamericanos y de las actividades llevadas a cabo para fortalecer la seguridad y soberanía alimentaria, remarcaron el trabajo interinstitucional en pos de objetivos comunes; reconociendo esto como un importante factor a desarrollar en sus respectivos países.
También, expresaron que la realización del curso, además de aprender de las prácticas realizadas en Argentina, implica “un abrazo de hermandad entre los latinoamericanos, todos unidos por un bien común, la seguridad y soberanía alimentaria. Como países latinoamericanos esperamos que este sea un paso para la integración y la hermandad, agradecemos a los hermanos argentinos por las dignas experiencias en pos del desarrollo rural y de las personas más necesitadas”.
Recorridos
La finalidad que tuvieron las visitas fue conocer in situ experiencias de aplicación de tecnologías de producción agroecológica en huertas y granjas y sistemas de captación y distribución de agua. Se visitó, una huerta familiar en la localidad de La Bajada, Paclín, donde la familia se dedica a la cría de cabras en base a pasturas naturales, la producción de forraje, hortalizas y frutales para autoconsumo y elaboración de dulces y conservas. A raíz de ello, se visualizaron las estrategias de vida y la importancia que, vinculado a ello, tiene el trabajo del programa Pro-Huerta en la zona.
Luego, fueron recibidos por toda la comunidad educativa (docentes, padres, alumnos) de la escuela de la localidad de Amadores (Paclín), quiénes realizaron un acto protocolar de bienvenida, con comidas y danzas típicas, para homenajear a la comitiva internacional.
En la localidad de Amadores la escuela tiene un rol preponderante en la contribución a la seguridad alimentaria de las familias de la comunidad. La huerta escolar, realizada en conjunto con la agente sanitaria de la zona y el Programa Pro-Huerta, no solo es una fuente de alimentos sino que funciona como disparadora de otras instancias como la generación de espacios de comercialización (ferias),transformación de materias primas, proyectos de forestación, reciclado de residuos, etc, llevados adelante por el establecimiento educativo.
En la experiencia de la huerta Comunitaria de la Planta de Tratamiento de Residuos de la ciudad Capital, se pudo observar el trabajo efectuado con alimentos orgánicos que aportan a la seguridad alimentaria de todo el personal de la planta y sus familias.
La visita al Servicio Penitenciario Provincial, se caracterizó por un recorrido a la huerta del lugar donde los internos desarrollan una actividad terapéutica educativa. Con esta iniciativa comenzó a dictarse un curso teórico-práctico sobre huerta orgánica a un grupo de internos, que se desarrolla actualmente, en forma conjunta con los Instructores del Centro deEducación Agrícola (CEA) de Nueva Coneta.
La visita a Catamarca culminó en el Centro Demostrativo Tecnológico, de la ciudad de Belén donde se observaron las diferentes tecnologías de uso del agua, de la energía solar y sistemas de autoproducción de alimentos, principalmente destinados al uso de agricultores familiares, a cargo del profesional del IPAF NOA, Lucas Bilbao.
En la provincia de la Rioja, se recorrió un emprendimiento familiar de producción de hortalizas, la experiencia de AIMOARAUCO una asociación constituida por 30 productores olivícolas tradicionales del departamento Arauco, Experiencia de Articulación Banco Popular de la Buena Fe en los Llanos Riojanos, Experiencia Promotor del Centro Regional de Investigaciones Científicas y Transferencia Tecnológica (CRILAR) de Anillaco y Experiencia de Articulación con Centros de Salud.
Finalmente, se realizó un cierre con la Coordinadora Nacional del Pro-Huerta, Verónica Piñero, los directores del INTA Catamarca, Rodolfo Mansilla; INTA La Rioja, Lisandro Blanco y del INTA Chilecito, José Luis Ladux. En la ocasión, Piñero agradeció a la delegación por “la capacidad de trabajo y entrega en cada una de las experiencias, ya que el trabajo que realizan los técnicos del programa demuestra un fuerte compromiso con los productores”. También hizo referencia al curso y expresó que “la idea es que los visitantes puedan replicar en sus países algunas de estas experiencias y que a través de este intercambio vayamos profundizando los lazos para que en otras ocasiones podamos implementar algunas de las herramientas si lo solicitan”.