A lo largo del año pasado, la Secretaría de Minería a través de sus organismos dependientes revisó planes de inversión de empresas, abrió huellas mineras y concretó proyectos financiados a través del programa Plan Social Minero, que demuestran la intensa actividad que tuvo en la Provincia el sector.
Huellas mineras con sentido social
Estos trabajos están solventados a través del Plan Social de Huellas Mineras, que busca generar el acceso a zonas de interés geológico y minero y establecer una vía de acceso alternativa para las poblaciones aledañas a los proyectos mineros, abriendo de este modo canales sociales, culturales, económicos y turísticos. Así, se ejecutaron en 2012, 26 huellas en el territorio provincial y se confeccionaron (listas para ser ejecutadas), otras 11. Entre los trabajos que se ejecutaron se encuentran en Ambato (acceso a minas de mica, cuarzo, turmalina en Puestos los Yapura); en La Paz-La Aguadita; en El Alto (acceso a caminos internos de la cantera de yeso Virginia); en Belén, en la mina Rumitucu y Papachacra; en Tinogasta y Fiambalá y en Andalgalá, en Huaco y acceso a la mina Humaya-Agua de Las Palomas.
Por otra parte, se encuentran en proceso de realización del proyecto, otras tres huellas ubicadas en Andalgalá, Belén y El Alto. Vale mencionar que este Plan se ejecuta con fondos nacionales.
Emprendimientos en marcha
Lo que se pretende rescatar e impulsar a través del Plan social minero, que promueve emprendimientos artesanales o explotaciones colectivas, a su vez, como alternativas válidas para la generación de empleo sustentables, es reconocer a Catamarca con una historia y cultura relacionada con la actividad minera que va desde el tallado en piedra y lapidado de gemas, el aprovechamiento de arcilla en la fabricación de artesanías de cerámica, mediante el uso de técnicas simples que se remontan al pasado precolombino.
En este contexto, el concepto de “minería social” que tiene como eje la Secretaría de Minería busca promover la actividad económica construyendo una red de emprendimientos conformando asociaciones productivas, de administración y comercialización no sólo para el mercado interno sino también para una eventual exportación.
Así, se busca la utilización de recursos naturales locales, recuperando la tradición minera de algunas regiones; el respeto y cuidado del medio ambiente asociado a valores culturales y el resurgimiento de actividades económicas, contribuyendo a disminuir el desempleo.
Bajo estas premisas, se ejecutaron durante el año pasado ocho emprendimientos distribuidos en Andalgalá, Belén y Tinogasta, que incluyeron taller de trabajo de la rodocrosita, tabiques para El Shincal, taller de cerámica indígena, corte de piedra, asistencia al sector ladrillero. Mientras que se elaboraron otros tantos proyectos relacionados con la comercialización de rocas de aplicación, talleres de soldadura y mecánica, fabricación de ladrillos, creación de un cine infantil en Hualfín, Belén, alfarería en arcilla, entre otros.
