La instalación de estas estructuras destinadas a la implantación bajo techo de especies horticolas (frutas y verduras) se hizo en el marco de un programa específico que impulsan el Ministerio de Producción y Desarrollo y la Secretaría de Desarrollo Social para mejorar las condiciones de vida de los productores.
El productor Gregorio Ramos -foto- de la Colonia Nueva Coneta destacó la importancia de contar con esta tecnología porque "no es lo mismo tirar al boleo las semillas como se hacía antes y dejarlo librado a las condiciones climáticas que vengan, que poner la semilla ordenadamente en hileras que reciben el agua, la luz y los nutrientes que necesitan, cuando lo necesitan".
Acá hablamos de poner en forma escalonada las semillas de modo que podamos tener producción todas las semanas, y de regar y fertilizar en forma muy eficiente utilizando el riego por goteo. De esa manera podemos aprovechar muy bien uno de los recursos más escasos que tenemos, que es el agua", dijo Ramos, propietario de uno de los establecimientos modelo en la provincia a partir de su participación en este programa.
Como condición para recibir los fondos necesarios para instalar un invernadero, los productores hortícolas recibieron una intensiva capacitación sobre los beneficios de este sistema. De los sesenta que iniciaron el curso, sólo once recibieron el beneficio, pero según adelantaron las autoridades del ministerio de Producción, esperan que los invernaderos montados "actúen en un efecto de contagio" e incentiven al resto.
"Tenemos que lograr un total de cien invernaderos para poder abastecer a la mitad de la demanda del Valle Central", dijo el ministro Luis Mazzoni en su recorrida por el establecimiento.
Actualmente, las verdulerías y mercados que funcionan en el Gran Catamarca reciben mercadería de productores locales, pero principalmente compran en la Feria Municipal las frutas y verduras provenientes de Tucumán y Mendoza.
En ese sentido, mazzoni destacó la importancia de que los productores se incorporen al programa para lograr mayores volúmenes que permitan proveer a la ciudad Capital con verdura catamarqueña, durante todo el año.
Importancia del viento
Otra cuestión importante es la posibilidad de poder vender sus productos en contra-estación. Esto es posible en virtud de que bajo techo, el tomate, la lechuga y otras hortalizas pueden cultivarse durante todo el año.
Uno de los principales beneficios del invernadero es poder evitar las temperaturas extremas, tanto heladas como los fuertes calores, actuando el aire que entra al invernáculo como "un colchón térmico".
En cuanto al aire, un punto a tener en cuenta es precisamente que Catamarca es una zona de fuertes vientos. Al respecto, el propio productor minimizó el temor que muchos de sus vecinos expresaron: "No hay por qué tener miedo al viento, ni a que el invernadero sea alto, pues debe tener la altura justa", y eso lo saben bien los técnicos. Para evitar problemas con las fuertes ráfagas características de esta época del año, el invernadero debe estar muy bien tensado con los materiales adecuados.