(E-Campo, reproducción de campoNOVA.com) La sequedad del clima está obligando a replantear las estrategias de siembra de muchos productores y el girasol parece ser la opción más beneficiada por la falta de agua. Es que esta oleaginosa tiene la capacidad de extender rápida y eficientemente sus raíces y así alcanzar el líquido elemento disponible en lugares a los que no pueden llegar otras especies.
En sus estimaciones agrícolas de Septiembre, la Secretaría de Agricultura apuntó que las escasas y en algunos casos nulas precipitaciones registradas durante el último mes, dificultaron que los suelos recarguen su perfil, fundamentalmente en las zonas que restaban sembrar (sudoeste de Buenos Aires y el centro oeste de La Pampa). Como consecuencia de este fenómeno, algunas áreas que habían sido destinadas a trigo, se vieron impedidas de concreción, por lo que la estimación de superficie total a sembrar en esta campaña se reducirá en algún porcentaje.
La información oficial apuntó que en el norte de la región triguera (Chaco, Tucumán, Santiago del Estero) la falta de humedad adecuada trajo provocó la reducción de las coberturas previstas originalmente con este cereal, y a consecuencia de ello, las estimaciones de siembra son menos optimistas. Y a la reducción del área implantada se le deberá sumar la merma en los rendimientos de los cultivos.
La falta de agua está afectando a diversas regiones y cultivos. Esto involucra a los ya implantados del centro y norte de La Pampa y la mayor parte de Córdoba. La Sagpya advirtió que si la situación no se revierte hay que esperar caídas en las productividades físicas por hectárea.
El panorama es menos oscuro para el centro sur de Santa Fe, este de Córdoba, Entre Ríos y centro sur bonaerense, donde las condiciones de humedad edáfica permiten a los cultivos evolucionar favorablemente, no obstante lo cual deberá seguirse atentamente el tema climático para ponderar las futuras producciones.
Las estimaciones oficiales enunciaron que el área cultivada total se incrementaría en un 1,7 por ciento respecto del ciclo agrícola 2005/06, lo que implica que la superficie a sembrar con trigo sería de 5,3 millones de hectáreas, aunque la cifra es provisoria porque habrá que esperar la influencia del clima en las próximas semanas.
Según la cartera agrícola la superficie que se implantaría con cultivos de cosecha gruesa para la próxima siembra, muestran como tendencia, el aumento del área a sembrarse con girasol, justamente porque entra en juego, y con fuerza, los problemas de disponibilidad de agua. Así, hasta ahora se prevé que la superficie a implantar se ubicaría en las 2,4 millones de hectáreas, esto es un incremento de 6,2 puntos porcentuales, en relación a la campaña anterior. "Contribuyen a este aumento, la mayor cantidad de hectáreas que se sembrarán en Buenos Aires, Santa Fe y La Pampa, que permiten compensar el descenso de área previsto para el centro sur de Buenos Aires" subraya el informe.
Con respecto a la soja se indicó que las superficies que no se destinaron a la cosecha fina, sumadas a una buena expectativa económica (por relación costo - precio favorable) permiten pronosticar que el área que ocupará la reina de las oleaginosas será mayor que en la última campaña entre un 1 y 3 por ciento, ello representa una cobertura estimada entre 15.500.000 y 15.800.000 hectáreas.
El último de los cultivos de la lista difundida por la Sagpya es el maíz, que también podría mostrar una suba del área de siembra que superaría largamente los 3 puntos por encima del año anterior. "De esta manera, el área total maicera (grano + forraje) sería de 3,3 millones de hectáreas, con los mayores incrementos previstos en La Pampa y norte de Buenos Aires y menores perspectivas en Córdoba y Santa Fe" pronosticó la secretaría.(CampoNOVA.com)