Argentina ya supera en producción de oro a países de fuerte tradición minera como Chile y Brasil y se ubica, así, como el 3° mayor productor del metal del continente americano, lo que implica un crecimiento productivo aurífero de 70 veces en los últimos años.
El dato fue dado a conocer por el Secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral, durante un acto que encabezó en el cierre del VII Seminario Internacional Argentina Oro 2008, organizado por una revista especializada del sector minero.
Con una producción anual de 42 toneladas, nuestro país se consolida como el 2 mayor productor de Sudamérica, luego de Perú, y 14 a nivel mundial, en donde China ocupa la primera posición con 266 toneladas.
“El crecimiento sostenido de la producción nacional de oro, sumado a la puesta en marcha de nuevos emprendimientos productivos, insertarán a nuestro país en el club de los 9 mayores productores auríferos del mundo en los próximos 5 años”, señaló Mayoral ante un auditorio de empresarios, inversores, profesionales y trabajadores de la actividad minera nacional e internacional.
Con estas proyecciones, Mayoral hizo referencia a los escenarios de incertidumbre económica en el mundo. “Ante las actuales situaciones externas, buscamos desde el gobierno nacional promover el desarrollo de productos que son y serán fuertemente demandados, caso de los minerales como el oro”.
{adr}En este sentido, la autoridad puntualizó que la relación mundial de reservas y consumo no han variado desde el año 2003 y precisó que países como la India consumen 716 toneladas de oro por año, produciendo sólo un 20% de esa importante demanda.
“Con todo ello ponemos en valor en nuestro país el desarrollo de nuevos emprendimientos productivos mineros metálicos, que generan genuinas fuentes de empleo y crecimiento principalmente para las comunidades más alejadas y postergadas de nuestro país”, agregó al respecto el funcionario nacional.
En este marco, Mayoral aseguró que en los próximos años nuestro país espera inversiones por arriba de los 40 mil millones de pesos para la construcción de nuevos proyectos que incidirán fuertemente en los actuales niveles de producción de minerales y derivados.