El acto se llevó a cabo en la Escuela Nº 33 (ex Ceca) de la cabecera departamental, donde se dictan Talleres Técnicos Profesionales en materia de agro.
Si bien se trata de un subsidio dinerario de 24.521 pesos, el compromiso sellado entre la Cooperativa Agroindustrial Tinogasta Ltda. y el gobierno de la provincia comprende la devolución “en especie” de este capital aunque sin ningún tipo de interés financiero. De esta manera, a medida que vayan elaborando vino, los beneficiarios irán devolviendo con la producción hasta reintegrar la ayuda recibida, teniendo en total un plazo de ocho años para hacerlo.
Mediante este aporte, los pequeños elaboradores de vino -que según las categorías que fija el Instituto Nacional de Vitivinicultura todavía no pueden ser considerados “bodegueros”- aspiran a obtener volúmenes de producción más importantes que les permitan ser más competitivos, pero fundamentalmente perfeccionar procesos de elaboración que otorguen al producto final estándares de calidad superiores al que obtienen actualmente.
{adr}En su mayoría, los pequeños empresarios que fueron beneficiados con este mecanismo, ya contaban individualmente con rústicas bodegas familiares o artesanales que les permitían obtener vinos de cierta calidad, pero no al punto de poder competir en igualdad de condiciones con -por ejemplo- productos cuyo proceso se realiza completamente con maquinaria de acero inoxidable.
El conjunto de máquinas que recibió la Cooperativa Agroindustrial fue adquirido a una importadora mendocina que lo trajo desde Italia, e incluye dos moledoras de uvas con despalilladora que levantan la molienda hasta los 6 metros de altura (y cuyo costo asciende a 5.972,64 pesos), un novedoso filtro a tierras inoxidable (3750,38), una llenadora de botellas con filtro de placas y bomba alimentadora (5.465,19), una prensa de uvas y orujos, a tornillo (3.179,64), una mesa de enjuague de botellas con bomba (3.757), y un pico inyector de N2 en botellas, cuya función es eliminar el oxígeno de las botellas y agregar gas inerte (2606,70).
Luego de agradecer a las autoridades, el presidente de la Cooperativa Abel Martínez calificó a este logro como “un paso muy importante, porque vamos a poder mejorar el proceso sobre todo en la conservación y elaboración del vino, y además, individualmente no podríamos haber hecho esta inversión”. “Hoy somos catorce pero hay muchos más que se van a ir sumando. A algunos de estos equipos ninguno de nosotros lo tenía; andan dando vuelta algunas moledoras, pero ahora contamos con la prensa y la llenadora que vamos a comenzar a usar. Lo bueno es que el trabajo en conjunto recién se inicia, tenemos otras problemáticas por resolver como es la comercialización, y está el compromiso de cada bodega de mejorar la elaboración y de empezar a hacer más volúmenes”, agregó.
Finalmente, Martínez se mostró optimista con el empuje del sector: “En Tinogasta hay bodegas, grandes, medianas y chicas. Nosotros estamos en este último grupo, pero somos muchos, algunos estamos desde hace varios años ya, y creemos que el desarrollo debe ser inclusivo. Cuantos más seamos y con esta visión de mejorar, vamos a aportar al desarrollo de la región”.