Después de ver horas y horas como han mediatizado un caso que solo compete por ahora a la justicia; me surge una sola duda.
En todos los informes que se han pasado a través de los canales de televisión hay un detalle que me llamó mucho la atención y rápidamente se dejó de lado o no se han hecho más comentarios.
Se trata de cómo el padre Grassi recibió de manos del entonces Ministro Cavallo un subsidio de 6 millones de pesos o dólares de aquel momento.
Y eso me trae al recuerdo un caso vivido en el Ministerio de Acción Social, por aquel entonces Secretaría y que entregaron a una institución religiosa una cifra que rondaba los 100.000.000 de pesos o dólares y que pese a firmar la recepción por el total, le fueron descontados un 25% del mismo. Aquella vez, luego de ese hecho, charlando con los directivos de esa Institución, les pregunté porque habían aceptado; a lo que me respondieron que era la única forma de hacer caridad.
Y aquí me pregunto, esta forma instaurada ya hace varios años y que no me cabe ninguna duda que sigue existiendo; es realmente válida; debemos aceptar un mal para subsanar otro: Personalmente creo que no. Es un juego de ida y vuelta, crea dependencia y degrada a las personas.
Analizando aquel caso y este caso donde el ex Ministro Cavallo otorgó un subsidio, veo que mucha gente que aparece o figura como importante, se preocupa vehementemente de defender posiciones; carísimos abogados salen a defender personas que evidentemente no tienen dinero y lo que más llama la atención es que una diputada diga que va a presentar un pedido de recusación contra el Juez por presunta parcialidad. Más allá de ser cierta esta probable parcialidad, yo le diría a esa diputada que ejercerá esa presentación y seguro expresará que lo hace por mandato y derecho del pueblo que la eligió; que su mandato hace rato que es permanente y que nunca la ví ejerciendo la defensa de personas asesinadas impunemente, o de secuestrados o de cualquier vecino que día a día sufre las desidias de un poder corrupto.
Y también llama poderosamente la atención muchos periodistas que sabiendo aquel hecho y ahora el de Cavallo, lo ignoran y toman partido en una investigación que solamente corresponde a la Justicia resolver.
Por de pronto creo que deberíamos esperar a que la Justicia investigue fehacientemente al padre Julio Grassi y mientras tanto aquellos periodistas, podrían dedicarse a investigar esos 6 y los otros 100 millones, para ver que destino tuvieron y como participaron funcionarios en esas entregas y con cuanto se quedaron y para que fines, Ese es un problema de un pueblo, no un presunto delito privado que vuelvo a reiterar corresponde dirimirlo en la Justicia.
ALBERTO HUGO ALICIO - DNI 10416725 - Buenos Aires - Argentina