De a poco iremos perdiendo la emoción y la alegría de esa luz de esperanza que nosotros mismos, el pueblo, ha creado llevando al señor Presidente a su cargo. Y es que han empezado los condicionamientos y pedidos sectoriales, se han incorporado funcionarios de dudosa capacidad que lo único que pueden esgrimir es su paso por diversas gestiones anteriores, y que nunca han demostrado nada. Eso hará que la intención del ejecutivo se vea bloqueada por salir a contestar esos hechos y demandas que no son mas que intereses sectoriales que buscan un objetivo definido y que no se corresponde con el beneficio común.
En pocos días de gestión hemos visto como problemas de segundo grado han ocupado el lugar de los verdaderos problemas que deberíamos ya estar tratando para encauzar el país. El tema militar, evidentemente, mal manejado e inoportuno. El tema policial, manejado por un ministro de justicia incompetente., ignorante de la situación y que ha tomado decisiones con un jefe de gobierno que ha conducido una de las mas desastrosas gestiones administrativas de la Ciudad y varios funcionarios más que permanentemente son cuestionados. El tema de la corte, un problema que debería ser solucionado por una cámara de senadores que ya debería mostrar sus intenciones de acompañar a un ejecutivo electo por amplia mayoría popular. El tema de llevar dinero a provincias que no han pagado sus sueldos por malos manejos administrativos, loable por cierto, no debe faltar la educación; pero donde fue ese dinero que debería haber cumplido esa función?. Y podría seguir enumerando varios problemas mas, que deberían estar enmarcados en una acción de gobierno clara y amplia que nos indique a los argentinos hacia donde vamos, para poder así organizarnos.
El pueblo no quiere un Presidente tapa agujeros, el pueblo necesita imperiosamente un plan de gobierno claro y objetivo, que marque un camino de producción y que abarque a todo el país. Y la base debe ser la producción; la descentralización y la reorganización administrativa, tres pilares fundamentales que necesitan ser estructurados y que el pueblo espera. Ya tenemos demasiados buenos actores, no queremos más de lo mismo; cuando el país desde su entrañas empiece a funcionar, estos problemas articulados por verdaderos inútiles que solo han servido a intereses particulares, solo se disolverán y llevaran al ostracismo a sus interlocutores.
Y no estoy poniendo palos en la rueda, estoy evaluando una situación que se empieza a mostrar clara; no quiero y el pueblo todo no quiere, mas de lo mismo; quiero a mi Presidente, criado en los confines fríos de nuestro país, con actitudes firmes y objetivas; con soluciones globales para nuestra patria y que todos esperamos. No me importa, incluso me gusta el saco cruzado y abierto, me encanta como esgrime su bastón; y si quiere la banda presidencial la puede usar de bufanda. Me gustaría verlo en la acción, en los campos y en las industrias, en el barro y en las inundaciones, en donde los chicos se mueren de hambre (no debemos olvidarnos); junto a los piqueteros del interior que pelean por trabajo no por beneficios sin él.
Si no se construye la patria, la misma se destruye. Creo que nuestro presidente tiene una oportunidad histórica de crear una nueva era argentina, aún el pueblo esta de su lado, pero sabe lo que quiere y no está dispuesto a esperar mucho, quiere hechos concretos y contundentes y no debemos olvidarnos de aquel“que se vayan todos”, aún sigue latente, solo se le ha dado una oportunidad.
Refundar un país castigado por años de corrupción e inoperancia no es fácil, pero si se cuenta con el apoyo popular correrá con importante ventajas sobre los intereses mezquinos y sectoriales. Es el momento de evaluar desde las fronteras hacia adentro, pasando por un interior castigado por pseudo-feudos, obras inconclusas, necesidades postergadas, arrollado por consecuencias climáticas previsibles pero ignoradas; hay que devolver la gente a su tierra, a sus orígenes; creando las condiciones de educación, salud y trabajo. Es el camino, es la solución. Un interior productivo generará abundancia inmediatamente y el agujero solo se irá achicando y las soluciones solas se irán dando.
Espero que estemos a tiempo de cambiar el rumbo.
ALBERTO HUGO ALICIO - DNI 10416725 - BUENOS AIRES - ARGENTINA
Desocupado argentino, amenazado, víctima de sucesivos gobiernos corruptos
