Los organizadores ya habían adelantado meses antes que, por su trazado, el actual sería el Dakar más difícil desde que el rally dejó su África natal y se mudó en 2009 a Sudamérica.
Pero las lluvias y crecidas de ríos, como en la etapa de Fiambalá y Tucumán, añadieron un factor sorpresa, que obligó incluso a acortar las dos etapas.
Los MINI del equipo X-RAID, con el multicampeón francés Stéphane Peterhansel a la cabeza, volvieron a demostrar superioridad en estas 13 etapas aunque el qatarí Nasser Al Attiyah, con el nuevo Buggy de tracción trasera, dio una digna pelea que terminó tempranamente, durante la novena etapa en Córdoba, luego de chocar y tener problemas mecánicos después del golpe.
En cambio, fue muy pobre el papel que hizo su compañero de equipo y campeón en 2010, el español Carlos Sainz, quien tras retornar al rally abandonó en la quinta etapa acusando problemas en el auto, luego de una poco promisoria actuación desde el inicio.
Peterhansel, o "momsieur Dakar", como se lo conoce en el mundo del rally, se ubicó rapidamente en el primer lugar de la general, en busca de su título número 11, y se mantuvo más expectante que combativo.
Si bien, el francés llega a la última etapa con una ventaja de 44m38s sobre su escolta, él mismo sabe que esta competencia puede ser muy ingrata y que las más grandes chances de ganar pueden esfumarse en los últimos kilómetros de carrera.
En motos, la ausencia del catalán Marc Coma (KTM) y sus memorables duelos con el campeón Cyril Despres (KTM), los dos entre quienes se repartieron los últimos 10 títulos, tornaron la lucha abierta y la categoría distribuyó victorias entre seis pilotos diferentes, mientras la general llegó a tener cuatro líderes distintos.
Hoy, a 626 kilómetros del final, el cuatro veces campeón Despres (KTM) encabeza la tabla y a última hora, las últimas esperanzas de una lucha abierta con el chileno Francisco "Chaleco" López prácticamente se esfumaron porque estaba segundo a 8m15s, pero debió cambiar el motor y se cargó con 15seg. que lo dejaron tercero en la general, detrás del mochilero del líder, el portugués Ruben Faria (KTM), y casi sin chances.
En cuatris, el apellido Patronelli (Yamaha) volvió a marcar el ritmo desde el principio y Marcos demostró que, pese a no contar con la presencia de su hermano mayor Alejandro, no tuvo inconvenientes en descontar etapa tras etapa y llegar a la quinta con una ventaja superior a la hora y media.
"Estoy ansioso por llegar a Santiago pero hay que guardar la calma. Hasta ahora todo viene bien y la pasé increíble. Estuvo bueno estar un poco solo", dijo Marcos, ganador del Dakar 2010, subcampeón en 2009 y 2012.
La etapa de mañana tendrá un total de 626 kilómetros, con una especial de 346 aunque como estará neutralizada, el tramo de carrera puro será de 111 kilómetros.
La primera moto estará largando la carrera a las 07:35 y terminando a las 12:28; el primer auto a las 10:08 y 15:01, respectivamente, mientras que el primer camión lo hará a las 11:45 y a las 16:38.
Fuente: Télam