En esta tercera velada de apertura de la ópera romana, el viernes, De Ana exhibió un talento que le permitió superarse nuevamente y que fue agradecido por el público.
El elemento decorativo sobre el que giró toda la puesta en escena fue un gigantesco cubo dividido en dos pisos unidos por una simple escalera lateral, a su vez dividido en compartimientos desiguales por mamparas de vidrio y espejos que hace las veces de prisión de los personajes y de lugar de acción.. (Télam/SNI).-