Poco más de mil personas poblaron la plaza del folclore, en una velada artística que tuvo su pico más alto en la actuación del bandoneonista y autor Rubén Júarez, el chamamé divertido de Amboé, la solvencia de Walter Martin, la vibración de Vale 4 y el canto campero de Orlando Vera Cruz.
Junto a la baja temperatura reinante en el Valle de Punilla, se agregó la frialdad de un público expectante, pero con poco entusiasmo. (Télam)