“No me genera vergüenza admitir que soy una mierdita de tres acordes. Para nada. Eso te condiciona a tener una gran capacidad para crear. Y si llego a lograr que sea de dos, mejor”, declaró en una charla con el suplemento “Sí”, de Clarín.
En seguida, relativizó sus dichos para no caer en la postura de la estrella de rock superada: “Esto no quita que no comprenda todo lo demás: no puedo estar sin escuchar a Bill Evans, Bach o Spinetta, que son los más grandes creadores que escuché jamás”, convino.
De hecho, Juanse se mostró hasta un poco resignado con las interpretaciones humorísticas que se refieren a la idiosincracia de cierto sector del rock local: "Así como generamos un montón de colas, también nos exponemos a nuestras propias caricaturizaciones", admitió, según el sitio Ciudad .
"Entonces estamos todo el tiempo sacando agua de todos lados", dijo, quizás en referencia a personajes como "Pomelo", una creación del humorista Diego Capusotto y su guionista Pedro Saborido que retrata a un estilo de rockero extremista, preocupado por conquistar a sus fans y mantener su look duro antes que por crecer musicalmente.
"No necesito talento para ser estrella de rock, no necesito saber tocar", le han hecho decir a Pomelo sus creadores.
Pero Juanse se diferencia de ese papel: “Yo nunca logré expresarme más allá de mi slip. Pero siempre sentí ser músico, aunque en algún momento no lo fuera”, asumió quien lleva 25 años al frente de la banda.
“Igual, insisto en que cuando uno toma dos o tres litros de vino en la mesa y empieza a hacer la batería con el tenedor y el cuchillo, cree que está tocando muy bien”, concluyó el cantante de los Ratones.
Fuente: Minutouno.com