Y no es para menos: la película está siendo un éxito de taquilla en Argentina y ha conseguido acercar a las salas a un público que parecía renegar del cine nacional. Pero Campanella no baja la guardia: "Es muy lindo; uno festeja que el 60% de entradas vendidas sean de películas nacionales, pero no es que nos haya salido un brote de argentinidad. No soluciona los problemas de fondo que tenemos en el cine, sobre todo el problema de la financiación".
Después de su trilogía sobre lo cotidiano que componían "El mismo amor, la misma lluvia", "El hijo de la novia" y "Luna de Avellaneda", el director se embarca en el cine negro para narrar la historia de una pasión, envuelta en un crimen sin resolver que ha permanecido imborrable en la memoria del protagonista a lo largo de 25 años. Y este no podía ser otro que su actor fetiche Ricardo Darín, quien además hace doblete en el certamen con "El baile de la victoria", de Fernando Trueba.