De acuerdo al sitio Radaronline.com, la actriz fue a “visitar” a su ex novia al pub donde la DJ pasa música y todo derivó en una fuerte pelea que terminó con Lindsay descargando todo el contenido de su vaso en la cara de Ronson.
“Sam estaba trabajando como todas las semanas en el bar Crown y a eso de las 23 llego Lindsay con un humor de esos que tienen los que buscan una pelea”, relató un testigo confirmó a ese sitio de noticias.
“Lindsay estaba bebiendo vodka directamente de la botella, cuando pude ver que sacaba un frasco naranja de pastillas, tomaba algunas y le ofreció a la persona que estaba con ella. El frasco parecía de Adderall (anfetaminas)”, agregó.
La fuente citada por ese sitio agregó que la actriz estaba tratando de llamar la atención de su ex, quien se esforzaba por ignorarla. Lindsay intentaba cada vez más y más, pero Sam seguía sin prestarle atención, hasta que para darle celos se puso a bailar en forma muy sugerente con otra chica justo frente de la DJ.
“Sam se cansó de todo eso y comenzó a tener una tensa charla con Lindsay, que estaba ya completamente borracha y en estado deplorable. Le dijo: ‘Hacé una cosa, ¿por qué no te tomás otro trago?’ y agregó: ‘Das vergüenza’”.
En ese momento Lindsay enloqueció, tomó un vaso lleno y le tiró todo el contenido en la cara a su ex. “Sam estaba completamente furiosa, agarró algunas cosas del equipo de DJ y comenzó a arrojárselas a Lindsay. Fue una locura”, agregó el testigo.
La pelea terminó cuando un amigo de la actriz la agarró y se la llevó, porque todo preveía que las cosas se iban a poner peores. Su ex siguió trabajando, pero en otro boliche, el H Wood, aunque muy lejos de calmarse, porque en vez de tocar sus discos en vivo puso un set grabado. Luego, la vieron sentada en un sofá arrojar un almohadón.
“Lindsay pierde el control cuando está cerca de Sam. Es obvio que aún siente cosas por su novia y no puede superar la ruptura. Es una situación tóxica para ambas”, agregó un amigo de ambas.
La noche siguió mal para Ronson, porque cuando el dueño del club donde se presentaba se dio cuenta que era un set grabado, le pidió que se fuera y dejara al DJ del local. Sam estaba tan furiosa que se fue llevándose los cables de audio con ella y dejó al lugar inhabilitado para seguir pasando música. El carácter de la DJ tampoco es fácil.
Fuente: Minutouno.com