El viernes pasado, en horas de la mañana, el intendente Hugo Daniel Ávila recibió en su despacho al Campeón Mundial de Artes Marciales Mixtas Diego “El Toro” Visotzky y su representante, con quien mantuvieron una charla bastante amena junto a periodistas del medio.
Podemos adelantar que es muy posible que en el mes de octubre, la municipalidad de Tinogasta, por gestiones que iniciaron el Jefe Comunal Hugo Daniel Ávila y el representante del campeón mundial, haya una presentación con 8 peleas programadas para dar un espectáculo deportivo de artes marciales mixtas o “Vale Todo” por primera vez en Tinogasta.
A Diego Visotzky ya lo llaman “el Toro” pero todavía faltan algunos años para que se convierta en el rey del vale todo en nuestro país. Es septiembre de 1990 y la Guerra del Golfo ocupa los titulares de la prensa mundial. Por entonces, el Toro es soldado de reserva en el ejército israelí. Viajó allá con una beca para estudiar educación física, pero terminó enrolado en las fuerzas armadas.
Lleva una máscara de gas, ametralladora, municiones, una tienda de campaña, su equipo de paracaidismo y la mochila. Son 45 kilos de equipo. Camina kilómetros y kilómetros en el desierto hasta que cae inconsciente del esfuerzo. Visotzky, el futuro referente made in Córdoba de las luchas sin cuartel, toma ese entrenamiento extremo y lo usa de inspiración.
El campeón mundial comentó que “… desde pequeño he practicado Artes Marciales y sistemas de combate. A través de los años he pasado por varios estilos, pero la verdad es que nunca estuve conforme con ninguno de ellos, ya que todos me parecían inefectivos e incompletos.
“En el año 95 llegó a mis manos el video del UFC II, y al ver cómo Royce Gracie derribaba a sus oponentes y fácilmente los sometía en el piso, inclusive a los de mayor tamaño, me enamoré completamente del Brazilian Jiujitsu y el MMA. Entonces decidí que ‘eso’ era lo que yo debía practicar".
“Un resumen de mi historia, en la cual comencé sin pensar que alguna vez podría competir, y después de muchos años de esfuerzo y sacrificio, y no me refiero sólo a las millones de horas invertidas, en los horarios más insólitos, incluyendo días sábados, domingos y feriados, debido a falta de tiempo, sino también al entorno contra el que tuve que luchar en nuestro país, donde la ignorancia de la gente y los problemas económicos y sociales, fueron siempre una traba mayor para mi progreso y evolución deportiva, que los mismos rigores y dificultades del entrenamiento de MMA que es tan intenso y tan exigente.
“Así y todo, logré cumplir un sueño que pensé que sería imposible: ser el único en la Argentina que llegó a competir entre los mejores luchadores del mundo; conocer a algunos de los más grandes como Royce Gracie, Murilo Bustamante, Josh Barnett, Denis Kang, Phil Baroni, Kimo, Melvin Manoove, Tsuyoshi Kosaka, Pele Landi, Zuluzinho, Oleg Taktarov y muchos más.