El anuncio lo realizaron los cancilleres Héctor Timerman y Luis Almagro, quienes también participaron del encuentro. Ambos funcionarios mostraron satisfacción porque se destrabó el conflicto, aunque el argentino se enojó ante una consulta de la prensa respecto de si el convenio convencería a los asambleístas de Gualeguaychú. “Yo no creo, yo trabajo, mi tarea no es adivinar el futuro”, fulminó Timerman.
La función de la Comisión “será monitorear el río Uruguay y todos los establecimientos industriales, agrícolas y centros urbanos que vuelcan sus efluentes al río Uruguay y sus áreas de influencia”. La tarea “comenzará con la planta de Botnia UPM y la desembocadura del río Gualeguaychú en el río Uruguay, seguirá en Argentina con un establecimiento en el lugar a elección de la parte uruguaya”, y seguirá alternativamente en ambos países. Los resultados que se vayan obteniendo de los estudios serán presentados en informes de acceso público, “respetando los tiempos científicos”, se aclaró en el convenio.