CARACAS.- A raíz del padecimiento de un cáncer, el presidente Hugo Chávez destacó hoy que está iniciando "una nueva vida, más espiritual, más reflexiva", de ahí que decidió cambiar el color rojo en sus camisas por el amarillo.
El presidente vistió ayer durante la celebración de su cumpleaños, una camisa de color amarillo y explicó que "el tema de la camisa amarilla no tenía intención política, ni de llegar a la clase media... Es un tema espiritual, estoy iniciando una nueva vida". "¿Por qué tenemos que andar todo el tiempo con camisa roja?", preguntó y agregó que "esa gente que se viste hasta de ropa interior roja es sospechosa".
El mandatario solicitó a sus seguidores reflexionar sobre la forma en que se relacionan con la oposición y pidió dejar a un lado el sectarismo. "El tema de la clase media es importante... He revisado incluso mis propias apreciaciones sobre el tema" dijo Chávez, que reiteró que la nueva consigna será "Independencia y patria socialista, viviremos y venceremos", dejando atrás el clásico lema "Patria, socialismo o muerte, venceremos" que marcó una época.
El mandatario caribeño sacó la palabra muerte de la habitual expresión "Patria socialista o muerte, venceremos" alegando que en Venezuela "no hay muerte", sino vida. "No podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer para que viva la república bolivariana y para que viva la gran patria unida", reiteró hoy el gobernante.
Desde que le detectaron el cáncer, Chávez dijo que está "cambiando radicalmente" su vida hacia una etapa "más diversa, más reflexiva y más multifactorial" y pidió, así, "extirpar" el "sectarismo" y "dogmatismo" del proyecto socialista que lidera desde hace 12 años.
Extirpar males. "Tenemos que reflexionar e introducir cambios en nuestro discurso y en nuestro accionar. Tenemos que demoler, luchar, extirpar esos males de por ejemplo el sectarismo, el dogmatismo, eso hace mucho daño", insistió.
En esta línea, Chávez pidió nuevamente abrir el proceso al sector privado y a la clase media dada la "esencia vital" que tienen para su proyecto y lamentó las críticas de algunos sectores oficialistas a esta apertura. "Raúl Castro está dirigiendo un proceso de autocrítica", señaló el mandatario, poniendo a Cuba y a su gobernante como espejo de un necesario periodo de "reflexión".
Chávez ha venido pidiendo en los últimos meses el apoyo de la clase media reiterando que el proyecto que encabeza no es enemigo de ese grupo social, y hoy reiteró que su Gobierno no busca perjudicar a la pequeña y mediana empresa.
"No es justo que nosotros le demos más bien fuerza a las tesis perversas de la burguesía de que vamos a expropiar las carnicerías, la areperas, las fotocopiadoras, el pequeño comercio, esto no está previsto", se quejó. "Que nadie de nuestro país lo crea, tenemos que convencerlos de nuestro verdadero proyecto, que este sector nos hace falta y queremos más bien darle crédito", señaló.
Reconocimiento Unasur. El mandatario, en contacto telefónico con el canal estatal, mostró su satisfacción por el apoyo brindado a la Unasur ayer en Lima y agradeció que el comunicado final haya recogido los buenos deseos de los mandatarios de la región por su pronta recuperación. Anunció que la secretaria general de la Union, la colombiana María Emma Mejía, manifestó su interés en visitarlo.
Dijo que la mandataria brasilera, Dilma Rousseff, la argentina, Cristina Fernández, el ecuatoriano, Rafael Correa, y el peruano, Ollanta Humala, han expresado su disponibilidad para que asistir el próximo 9 de diciembre a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, que estaba prevista para el pasado 5 de julio pero que debió suspenderse por el estado de salud de Chávez.
El mandatario volvió hacer énfasis a la situación económica que vive Estados Unidos y Europa. "Estados Unidos está quebrado. No sabe qué hacer", afirmó. Chávez, quien padece de cáncer, fue operado el mes pasado en Cuba y es sometido a sesiones de quimioterapia como parte de su tratamiento. (Diario Panorama)
