En el caso de gran parte de los vecinos de Santa Rosa y Villa San Roque, donde cada distrito cuenta con una importante cantidad de barrios, con poblaciones numerosas de niños y adolescentes que asisten a los colegios céntricos, con trabajadores de la educación, de empleados municipales, de agricultores y particulares, que utilizan a diario la avenida principal, transitan penosa mente en sus vehículos o motocicletas y con mucha bronca contenida, por la intransitable avenida, que está en notable deterioro permanente y a la vista de cualquiera, insostenible para la paciencia de persona que se considere con el más alto grado de tolerancia, ya que los baches, que son incontables en casi cinco kilómetros del trazado, a generado innumerables quejas en éste periodo de vacaciones.
La realidad es sufrida por los vehículos y rodados menores, que se desgastan en poco tiempo, debido a los impactos que producen cada vez que enfrentan uno y otro pozo en el camino, calle o avenida Julio Niñolez, desde la intersección de calle Copiapó, hacia Villa San Roque, tratando de esquivar cuantos de ellos aparezcan en frente.
En las últimas horas, en las banquinas del mencionado trazado, se comenzó a cavar pozos para la colocación de nuevos postes para una nueva iluminación, según dijeron los vecinos, quienes aprovecharon la tierra que se extrae de las excavaciones, para tapar con ella los baches más hondos que hay en el pavimento.
Habrá más explicaciones y un montón de argumentos, se podrá decir que se exagera, pero lo concreto es, que la situación esta llegando al límite de la tolerancia, si es que aún existe. (Voces escritas)