Fue el gobernador José Alperovich quien le tomó juramento, en presencia de los concejales y de las nutridas barras que los acompañaron. Los seguidores de Germán Alfaro (quien encabezó el acople más votado) fueron los más efusivos al aplaudir a su líder.
Amaya, en su breve discurso, recordó que asumió en 2003 porque el represor Antonio Bussi (intendente electo) ya estaba preso. "La ciudad debe crecer hacia el este para lograr la sustentabilidad ambiental", manifestó.
Fuente: LA GACETA ©