Sin embargo, y si bien la presencia de mujeres supera el porcentaje del 30 por ciento establecido en la ley de cupo femenino, las legisladoras no descartan ir más allá y hasta existen proyectos para fijar la paridad entre hombres y mujeres en las nóminas de candidatos.
De hecho, la presencia de mujeres en el Congreso tuvo un fuerte aumento en los últimos años y el cupo femenino, que desde hace once años rige para cargos legislativos, contribuyó a reafirmar su protagonismo en los más diversos ámbitos de la política y hasta en el plano sindical. Incluso, y como consecuencia de ese proceso, dos legisladoras nacionales son candidatas a la presidencia: la senadora del Frente para la Victoria, Cristina Fernández de Kirchner y la diputada del ARI, Elisa Carrió.
Antes de la sanción de la ley en 1991, las mujeres siempre quedaban relegadas al último lugar en la negociaciones de las listas de candidatos pero fue esta herramienta la que permitió un acceso más igualitario de la mujer a la representación política aunque sólo contemple su participación en un 30 por ciento.
{adr}Pero fue la ley de sufragio femenino obligatorio la que, además de permitirles elegir a sus representantes, las había habilitado para integrar las listas de candidatos en los diferentes cargos aunque hasta que no se aprobó la ley de cupo esa norma no se respetó.
En el ranking mundial y tras la sanción de la ley de cupo femenino, Argentina figura octavo en cuanto a la presencia de legisladoras en las cámaras parlamentarias, según datos de la Global Database of Quotas for Women de IDEA (International Institute for Democracy and Electoral Assistance, Suecia).