La obra “viene a solucionar un problema de agua potable de la ciudad de Catamarca de hace 200 años y lo soluciona por 30 años más, en los que no habría cortes ni habría ningún problema de servicios”, sostuvo Acuña y destacó, que impedirá que la provisión de agua potable siga ligada –como viene sucediendo hasta ahora- al consumo energético.
El ducto significará “un beneficio muy grande para la ciudad de Catamarca” dijo, al tiempo que aseguró que no genera “ningún perjuicio” para los otros usos – riego o consumo animal- del embalse de FME “porque la provisión de riego en algunas épocas críticas se podría hacer por bombeo”.