De ese modo se refirió a la decisión del Gobierno de continuar pagando la deuda con reservas del Banco Central y a las consecuencias que esta medida podría tener en la economía y, puntualmente, en los precios de los alimentos.
Carrió, que regresó a la arena política luego de algunos días de vacaciones, cargó duro contra los encuestadores que dicen que Cristina Kirchner u otro eventual candidato del oficialismo pueden ganar las elecciones en primera vuelta.
“Cualquier oficialista va a sacar menos del 20% de los votos. Esta es la única verdad. El resto es una cuestión comunicacional. Todos los encuestadores están siendo pagados por sumas suculentas por la señora Cristina Kirchner”, acusó la diputada nacional.
Carrió dijo que el concepto de “invencibilidad” es “un profundo disparate” y que la política comunicacional del Gobierno condena a la población “a un fascismo menor”.
“Nuestro deber es elevar la altura del debate. Es gracioso, pero los discursos de la Presidente son muy parecidos a los de la pelea de (Martín) Redrado con (Luciana) Salazar. Si esto fuera un programa de (Jorge) Rial, sería maravilloso; pero es el poder en la Argentina”, ahondó.
“Si no hubiera fraude, hoy sería yo la Presidente. En 2009 el 70% de la gente votó en contra del líder (por Néstor Kirchner), no contra la viuda del líder. ¿Y ahora quieren que muerto el líder ese poder va a sacar más del 20 o el 30 por ciento?”, se preguntó.
Carrió basó sus proyecciones en que la gente “está harta del PJ” y “del sindicalismo corrupto” y al ser consultada sobre una eventual alianza con la UCR para la segunda vuelta electoral, presagió: “Yo voy a ser la Presidente de la Nación y ellos van a gobernar conmigo”. (Infobae)