Ávila negó todas las acusaciones en su contra y aseveró que todo se trata de "una intromisión mas de lo que el Gobierno de la provincia para fijarles cual es posición que deben tomar". Añadió que la provincia "siempre tuvo una posición intolerante contra mi gestión, yo creo que se tiene que hacer espero que se cambie la postura. Porque nosotros hemos creado una auditoria municipal para el uso de las regalías mineras, además del control ejercido por el Tribunal de Cuentas y es esto lo que molesta". Y también aseguró que traspasará el mando del municipio al intendente electo "sólo por un acta pública y mediante escribano porque me niego a entregar el mando en mano a alguien que llegó por fraude electoral".