La indignación que provocó semejante muestra de prepotencia movilizó a cuatro mil pobladores que salieron a la calle a repudiar los hechos, sin que la intervención policial pudiera impedir que los manifestantes destruyeran las oficinas de la empresa (responsable de la destrucción ambiental) y el edificio de la intendencia (cómplice de la primera). La resistencia consecuente de los ambientalistas concluyó con la decisión judicial de suspender transitoriamente las actividades de la minera, aunque el costo de este pequeño triunfo haya sido soportar gases, palos, balas de goma y detenciones.
Desde que se planteó el debate, en nuestra Universidad, sobre la aceptación de los fondos donados por Yacimientos Mineros Agua del Dionisio, la CD de ADUNS tomó posición por el rechazo de los mismos, comprometiéndose solidariamente con los movimientos en defensa de los derechos de los pobladores. Consecuente con esta postura, repudiamos el accionar represivo, reclamamos se prohíba (como ya los han hecho cinco provincias) la minería a cielo abierto y se deje en libertad a los detenidos sin abrir causa judicial en su contra.
ADUNS en CONADU HISTÓRICA
Bahía Blanca, 17 de febrero de 2010.